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Lo que es bueno para los lechones pequeños puede no serlo para los grandes

Josep Gasa y José Casanovas comentan las implicaciones prácticas de un estudio que analiza las consecuencias de la uniformización de camadas por peso o número y el creep feeding.

Artículo comentado

Huting, A. M. S., Almond, K., Wellock, I. and I. Kyriazakis. What is good for small piglets might not be good for big piglets: The consequences of cross-fostering and creep feed provision on performance to slaughter. 2017. J. Anim. Sci. 95:4926–4944. doi: 10.2527/jas2017.1889
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Comentario

Tradicionalmente, las rutinas de manejo de lechones en la maternidad se han enfocado a proteger a los pequeños asumiendo que los grandes son capaces de expresar su máximo potencial. Entre estas rutinas, las adopciones y la administración de “creep feeding” son de las más populares. El estudio parte de cerdas que amamantan 12,0 lechones tras las adopciones. Las adopciones se realizan bien igualando por peso, camadas de lechones grandes (>1,5 kg) y de pequeños (<1,25 kg) o bien tan solo igualando en número, mezclando lechones grandes y pequeños. Al igualar por peso se favorece el rendimiento productivo de los lechones pequeños pero se reducen las prestaciones de los grandes. Este hecho además se refleja a los 165 días de vida; aunque, con independencia del sistema de adopciones utilizado, los lechones que nacen pequeños tardan cuatro días más que los grandes en llegar al peso de matadero. En las camadas de lechones grandes, los animales que tetan en las mamas posteriores intentan compensar su déficit nutricional aumentando el consumo de creep feeding pero no lo consiguen completamente. De hecho en la maternidad se produce una mayor pérdida de lechones grandes en el grupo igualado por pesos respecto al igualado por número (10,4 vs 3,9%), que se arrastra hasta el final del engorde.

En definitiva, realizar adopciones por peso reduce la variabilidad de los animales dado que se favorece a los lechones pequeños pero perjudica seriamente el potencial productivo de los lechones grandes. Este efecto se mantiene en parte hasta el matadero y, en términos estrictamente productivos, sería preferible realizar adopciones considerando sólo el número, sin tener en cuenta el peso. Sin embargo, dado que el experimento ha sido realizado en una granja experimental de alto nivel sanitario no se deben extrapolar los resultados a granjas comerciales con un nivel sanitario más comprometido. Además los manejos aplicados tampoco son del todo extrapolables a lo que ocurre en una granja comercial. De hecho, igualar camadas a 12, en un momento en que la media de nacidos vivos por parto en España es prácticamente de 13 (BDporc 2016), parece limitado. Por otra parte, el hecho de que en algunas camadas se haya inducido el parto y que los traspasos de lechones se hayan realizado el día 0 pueden afectar los resultados. Convendría conocer el porcentaje de lechones que han quedado con su madre después del día 0 en cada uno de los grupos, dado que puede haber influido en la capacidad de encalostrado. En cualquier caso, los investigadores abren una puerta muy interesante cuando no solo el número de lechones es importante, sino también su calidad.

Resumen del artículo comentado

Huting, A. M. S., Almond, K., Wellock, I. and I. Kyriazakis. What is good for small piglets might not be good for big piglets: The consequences of cross-fostering and creep feed provision on performance to slaughter. 2017. J. Anim. Sci. 95:4926–4944. doi: 10.2527/jas2017.1889

Las grandes mejoras en la prolificidad de las cerdas han comportado unas camadas más grandes pero, al mismo tiempo, han aumentado la proporción de lechones nacidos con poco peso. Las diferentes estrategias de manejo tienen como objetivo reducir la variabilidad de pesos dentro de cada lote y reducir la contribución de los nacidos con pesos bajos; sin embargo, a menudo se menosprecian las consecuencis sobre los lechones que nacen con un buen peso.

Este estudio investigó los efectos de distintas composiciones de camadas, creadas a través de adopciones, y del suministro de creep feed sobre el comportamiento predestete y en el rendimiento a corto y a largo plazo de lechones nacidos tanto con pesos bajos (≤1,25 kg) como altos (1,50–2,00 kg). Se realizaron adopciones cruzadas al nacimiento para crear camadas de pesos homogéneos (ligeros o pesados; camadas UNIFORMES) y camadas con el mismo número de ligeros que de pesados (camadas MEZCLADAS); a la mitad de las camadas se les ofreció creep feed y al resto no. Se evaluó el comportamiento de los lechones durante una sesión de amamantamiento y durante el creep feeding; se usó un colorante verde para detectar qué lechones consumían creep feed.

La interacción entre la composición de la camada y el peso al nacimiento (PN) influenció el peso (P) de los lechones al destete (P < 0,001): los lechones nacidos con poco peso eran más ligeros en el momento del destete en las camadas MEZCLADAS que en las UNIFORMES (6,93 vs. 7,37 kg); sin embargo, los nacidos con más peso tuvieron un rendimiento considerablemente mejor en las camadas MEZCLADAS (8,93 vs. 7,96 kg). La ganancia total de la camada al destete (P = 0,565) no se vió afectada por la composición de la camada. La posición de los pezones afectó el rendimiento de los lechones pesados al día 10 (P < 0,001), en las camadas UNIFORMES los pezones medios y traseros fueron una desventaja para los lechones pesados. El suministro de creep feed no afectó el peso al destete (P > 0,05) fuera cual fuera el PN. Sin embargo, la composición de la camada afectó significativamente el consumo diario de creep feed (P = 0,046) y el color de las heces (P = 0,022), siendo los lechones pesados de las camadas UNIFORMES los que consumieron más creep feed y tuvieron las heces más verdes. Además, unos pocos lechones de las camadas UNIFORMES de lechones pesados se clasificaron como no-consumidores (P = 0,002). La ventaja de peso de los pesados y los ligeros al destete cuando se criaban en camadas MEZCLADAS y UNIFORMES, respectivamente, se mantuvo durante todo el periodo productivo.

En conclusión, reducir la variación de P dentro de las camadas UNIFORMES fue beneficioso para los nacidos con poco peso pero no para los de peso elevado; estos últimos estuvieron en desventaja hasta el sacrificio. Pese a que los pesados en las camadas UNIFORMES consumieron la mayor cantidad de creep feed, esto no fue suficiente para superar su desventaja en el crecnimiento en comparación con los lechones pesados de las camadas MEZCLADAS.

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